domingo, 12 de febrero de 2012

ESTADO CIVIL: FELIZMENTE DIVORCIADA

LA DECISION

Muchas fueron las razones que me impulsaron a tomar la decisión de divorciarme, aunque esto se tratase en últimas de formalizar legalmente un divorcio vivido durante casi cinco años. El miedo a perder algo que crees tener te paraliza de tal forma que postergas por mucho tiempo, muchas veces durante años, una decisión que es definitivamente necesaria. Eso me sucedió a mi y le sucede a muchísima gente que prefiere quedarse en una relación que no les satisface por el temor a perder, a perder algo que creen tener y lo peor de todo es que no tienen nada, al menos nada sano. Pero en todo esto hay una buena noticia y es que muchas veces cuando se pierde: se GANA, y esto es algo totalmente real, esencialmente cierto. Y esa fue la idea que me permitió sentirme mejor una vez tomada la decisión de divorciarme definitivamente; el hecho de saber que estaba perdiendo muchas cosas pero que esas pérdidas implicaban que a la vez iba a ganar muchas más, me tranquilizaba, me daba paz y al mismo tiempo me llenaba de entusiasmo y de alegría. No fue nada fácil tomar esa decisión y mucho menos asumirla.

La vida se había encargado de ponerme frente a una encrucijada, era el momento de escoger entre seguir viviendo en el dolor y la tristeza o probar algo nuevo, algo desconocido, algo diferente; pero aún así yo me aferraba a lo que conocía, quería mantener mi matrimonio a costa de lo que fuera.

De muchas maneras, Dios, el Universo, la vida; quienquiera que sea el responsable, me había estado enviando mensajes sobre la decisión que debía haber tomado ya hacía tiempo. Yo me negaba a ver y me hacía creer a mi misma que todo estaba bien y que si yo me esforzaba todo iría aún mejor. También me decía que mi infelicidad se debía a que no me sentía contenta conmigo misma y que debía trabajar en mi autoestima, y parte de eso era cierto; pero no era la razón de tanto dolor y tristeza.

Los mensajes comenzaron incluso antes de casarme, pero no; como iba yo a perder la oportunidad de casarme si ya estaba en edad de hacerlo y dentro de poco tiempo todo el mundo me vería como una solterona, total ya tenía veinticuatro años, ya casi me iba a dejar el tren, tenía que casarme y tener hijos, no estaba dispuesta a quedarme a vestir santos, como decimos en mi país. Ojalá y hoy tuviera de nuevo veinticuatro años, les aseguro que hubiese dejado al novio plantado en el altar.

Como les decía, los mensajes llegaban y eran lo suficientemente claros como para que cualquier mujer con un autoestima sana, cosa de la cual yo carecía por completo, hubiese mandado todo a la porra. Entre los mensajes que recuerdo fue que quien para entonces era mi novio me dio una de las noticias más tristes de mi vida: o posponíamos la boda para el año siguiente o nos casábamos sin fiesta, porque el dinero que en un principio estaba disponible para eso, él había decidido que era mejor usarlo en un negocio, a pesar de que ambos trabajábamos y estábamos económicamente solventes. Posponer la boda?, jamás, corría el riesgo de quedarme solterona, esa boda tenía que ser ese mismo año, fuese con fiesta o sin fiesta, con tequeños o sin ellos, yo tenía que casarme. Siempre había soñado con una boda de cuento de hadas; el vestido blanco, el bendito vestido blanco, y un príncipe azul; pero mi príncipe no soñaba lo mismo y bueno yo en lugar cumplir mi sueño, cumplí el sueño de él, ay pero que feliz me sentía de vivir el sueño de otro con tal de casarme. Total que el vestido fue verde, lo compre en una tienda de baratillo porque no podía gastar mucho dinero porque ese no era el sueño del príncipe. Entonces, a partir de ese momento comencé a vivir durante unos cuantos años: siete para ser más específica, una vida parecida a cualquier cosa menos a la vida que yo había soñado. Gracias al cielo que después de muchos años de aprendizaje y experiencia, hoy estoy clara de que es lo que realmente sueño y trabajo cada día por Vivir la vida que realmente deseo, he entendido que lo más importante no es tener a alguien a tu lado a costa de lo que sea, sino que la vida se trata de acercarse cada vez más a quien realmente eres. Gracias al cielo hoy día Soy feliz aquí y ahora!

1 comentario:

  1. Me encantan tus cierres, demasiado reflexivo, amo lo que eres y lo que puedes llegar a ser♥

    ResponderEliminar